Ola de crímenes, nefasto bodrio
Sin spoilers
Pocas películas me han dejado tan mal cuerpo como esta nefasta película que pretende ser una comedia al estilo de Almodobar, pero con estereotipos propios de películas para niños, con musiquita que te saca de los nervios para indicar al espectador cuándo tiene que reir. Con una violencia sin sentido, y sin humor ni gracia ninguna.
Vergüenza ajena y lamentable ejemplo para los detractores del cine español.
Gracias.
Crítica eCartelera
'Ola de crímenes': Ácida comedia negra
Críticas de los usuarios
JorgedeAbajo
Pocas películas me han dejado tan mal cuerpo como esta nefasta película que pretende ser una comedia al estilo de Almodobar, pero con estereotipos propios de películas para niños, con musiquita que te saca de los nervios para indicar al espectador cuándo tiene que reir. Con una violencia sin sentido, y sin humor ni gracia ninguna.
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Críticas de los medios
El Mundo
Todas las formas que el machismo ha visto, que básicamente son todas las posibles, son convocadas en 'Ola de crímenes' con saña, violencia y algo de sangre. La idea es convertir el drama diario de corrupción impune y patriarcado adocenado en el escenario no de uno sino de todos los delitos imaginables. El resultado, pese a las ligeras arritmias, es una película tan liberadora como libérrima.
Cinemanía
Lo mejor de Maribel Verdú es que, aunque se prodigue mucho en la pantalla, uno nunca se cansa de verla, tal es la variedad de registros en los que se desenvuelve.
Fotogramas
A la realización de Gracia Querejeta le falta algo de gas, más vigor, pero importa relativamente poco: el ritmo lo marca el reparto, repleto de linces bregados en el género que saben cómo calzar una réplica, qué gesto adecuado requiere cada situación, dónde deben contenerse y dónde desatarse. Y no fallan.
El País
'Ola de crímenes' tiene tramas y situaciones tan distintas que incluso los intérpretes se muestran a veces un tanto perdidos, con registros y momentos que mezclan como agua y aceite, lo que lleva a actuaciones que nunca acaban de casar en la misma película.
El Periódico
Se agradece el riesgo a la hora de trasmutar los arquetipos masculinos en femeninos, pero en ocasiones la jugada le sale regular y el resultado bordea el discurso retrógrado.