El show de Malena Alterio

'Que nadie duerma' es casi casi como un monólogo de Malena Alterio, pues no es solo quien lleva todo el peso de la película, es quien aparece en 99% de las escenas y prácticamente el único personaje que sigues en todo el filme más allá de unos accesorios.

Narra la historia de su personaje, Lucía, una mujer sencilla que acaba de ser despedida de la empresa dental en la que trabajaba tras el cierre de ésta. Animada por una mujer en un trayecto, decide adquirir una licencia de taxi y hacerse taxista. Por su taxi empezarán a pasar los personajes más variopintos que van interactuando en la vida de Lucía, que no sabe que su destino está a punto de cambiar.

La premisa de la película es sencilla y la forma en la que nos la han vendido, extraña. Porque la película es, no nos engañemos, extraña. Está rodada de manera peculiar, apostando por una mezcla entre el grano de las películas antiguas y la alta definición y una coloración un tanto extraña. A partir de ahí, es cierto que la película te mantiene bastante pegado al televisor sin saber muy bien qué es lo que va a suceder a continuación.

Sin embargo, más allá de eso, 'Que nadie duerma' se hace un poquito larga y tal vez demasiado intensa para una conclusión que tal vez no es lo que todos esperaban. A su favor está la interpretación de Alterio y Sánchez Gijón, que bien podrían haber sobreactuado ante tal guión pero se mantienen bastante pegadas a la tierra, lo que añade un plus de credibilidad a la increíble historia que pasa por delante de nosotros.

Digamos que la idea estaba ahí, los ingredientes y la materia prima también, pero la ejecución se queda un poco a medias.