Inclasificable

La mayoría de las comedias, tanto cinematográficas como televisivas, podrían describirse como historias de perdedores. En 'Quemar después de leer' esta frase se cumple. Asistimos a un desfile de personajes del todo variopintos, cada uno con sus problemas, a los que intentan sobreponerse de forma ridícula. Puede funcionar como una muestra de las cualidades indeseables del ser humano (codicia, estupidez, deshonestidad), pero sin intentar ser didáctica.

El principal problema que tiene es narrativo, a mi juicio, ya que a nivel de técnica y actuaciones la película de los Coen es más que solvente. Sobre todo es ese inicio que despista bastante, además del final, que parece servido más al chascarrillo que a cualquier otra cosa. Ese final abrupto no ayuda a los propósitos de la película, pero puede funcionar como gag. Precisamente 'Quemar después de leer' guarda pequeños gags a lo largo de su hora y media, que son momentos desternillantes y ayudan al conjunto final, excepto quizá ese último que ya he comentado.