NO ME MATA

Creo que ésta es una de esas películas de las que se habla tan bien antes de que se estrenen y se crean unas espectativas tan buenas (con cosas como el vídeo aquél de la gente gritando en el preestreno de Sitges, que no sé en qué escenas pudieron gritar de tal manera, porque desde luego yo no lo hice), que acaban decepcionando en cierto modo.

En primer lugar, creo que no se puede calificar de terror terror, ya que la mayoría de las escenas son de sustos (y gran parte de las veces, gratuitos y previsibles). Las únicas escenas que me mantuvieron en tensión fueron la de que el bombero y la protagonista tienen que subir por la escalera estando una de las infectadas atada a ella y la de que la chica protagonista y el cámara miran para abajo y ven a un montón de infectados subiendo hacia ellos.

Hubo momentos en los que incluso me reí, como por ejemplo cuando el argentino relamido se pone a hablar junto a la puerta de la estancia donde habían encerrado a un infectado (con los resultados imaginables) o cuando el bombero le arrea a la vieja con un palo en la cabeza para que deje de gritar.

De todos modos, la historia y la ambientación es buena (un puñado de gente encerrada en un edificio con gente infectada de no se sabe qué), aunque te quedas con las ganas de saber lo que pasa realmente, ya que no se explica. Se habla de una secuela, así que puede que nos acabemos enterando.

Los actores no son muy allá, aunque hubo actuaciones que me gustaron, como la de la protagonista, la de la madre de la niña o la de la mujer china.

Que el cámara sea un personaje y que la cámara se mueva de un lado para otro hace que te metas más en la historia, pero a veces resulta molesto. La comparan con El proyecto de la bruja de Blair, que no la he visto y no puedo opinar, pero dicen que ésta es mejor.

Ya veremos cómo será el remake estadounidense, pero desde luego esta película no es para tirar cohetes, aunque tiene cosas buenas.