La fidelidad ante todo

Resident Evil es, en todo sentido, un significado de avaricia en los términos videojugabilísticos. Tras un lapso de tiempo penetrando de manera implacable en las grandes consolas de videojuegos, gracias a atrapantes historias y un sin fin de personajes en sí misma, Resident Evil podría considerarse como una de las sagas más exitosas -quizá la mayor- de la historia.

Pero que conste aquí que Resident Evil: La película, es lo que es gracias a su título, y no precisamente a otros artilugios de dignidad. Porque como filme, resalta demasiado la simpleza y la poca imaginación para llevar a cabo un proyecto mayormente ambicioso, y no una "copia" exacta de gemelo hermano: el videojuego.

A pesar de esto, El Huésped Maldito logra, sin creces y ya una mencionada simpleza, captar la sinfonía más cercana de las características de su historia, con un repertorio conocido de especies biológicas, aunque retocando el reparto hacia nuevos personajes.

En sí, el resultado de esta cinta resulta bastante pobre si la tomamos como una de género independiente, pero,como ya dije, su título le permite crecer y ser querida a su manera, con altibajos, pero querida al fin. Ni tampoco es de esas películas de las que podrías estar hablando horas y horas, sacando jugo de su provecho, pues el motivo de no ser lo suficientemente elegante, profunda y hábil, pero que a fin de cuentas, presenta un poco de las sensaciones generadas por el videojuego y lo revive de cierta forma.

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