La mayor decepción en el cine de animación en los últimos años

Muchas veces vemos una primera entrega y nos parece fabulosa o al menos buena como me pasó con la primera entrega de Río, resultando una cinta colorida, entretenida y divertida sin necesidad de dar vergüenza ajena en los chistes y resultando gratificante tanto a niños como a adultos, a mi me convenció y la volví a ver hace un par de meses y seguí disfrutándola y al ver esta secuela me llamó la atención y esperaba al menos no estar a la altura pero si al menos entretenerme y reírme varias veces pero ninguna de las dos cosas.

Río 2 ha resultado ser para mí posiblemente la peor secuela de la historia del cine de animación a mi parecer en cuanto a comparación con la primera. Como es posible que manteniendo los mismos personajes y director, la película se vaya por los cerros de Úbeda y no cuente exactamente lo interesante, no empatices con los personajes como en la primera entrega y por lo menos entretenga. Río 2 aparte de aburrir al menos a mí, no divierte, quizás podría destacar un par de momentos entretenidos y graciosos como lo son la parte de la pantera y el pájaro cantando que son apenas unos segundos y el partido de fútbol que resulta previsible y tópico, con una fórmula similar en parte a 'La extraña vida de Timothy Green'. Pero el resto de la cinta resulta agobiante, surrealista porque no termino de creerme que un pájaro absorbido por las hélices de un avión siga vivo pero no pueda volar, o que tras una explosión no se le hayan dañado ni las alas a las aves resultando ser inmortales. La banda sonora se podría rescatar pero se utilizan más canciones para eliminar historia del metraje y resulta más monótona y poco interesante.

En definitiva, Río 2 resulta una secuela aburrida, extremadamente infantil, el triple que la primera que es lo que hace que los adultos no podamos disfrutar de ella y que su historia es demasiado previsible y un refrito de historias ya vistas tanto en películas como en episodios de series de animación como el tema de la deforestación ya demasiado visto.