
Demasiada Sal y poca Pimienta
Sin spoilers
Creo que en toda la historia del cine no ha habido una "Action Woman" como Angelina Jolie: ha sabido crearse un personaje a base de películas como la franquicia del videojuego Lara Croft, amén de haber protagonizado adaptaciones de cómics tan "cool" (y tan fallidas) como "Wanted", eso sin contar con la película que le unió a su Brad (Pitt) de su alma como fue "El Señor y la Sra. Smith". De manera que los exuberantes y sensuales rasgos de la hija de Jon Voight se han valorado casi igual o incluso menos que las acrobacias, disparos, y evoluciones en el aire, mar o tierra de esta verdadera mujer de acción, que pocas veces deja que la doblen en las secuencias más arriesgadas. Esto, que a la postre pudiera parecer algo rocambolesco, no es sino una muy inteligente y estudiada estrategia para asegurarse trabajo en esa edad tan compleja en la que empieza a estar, y que oscila entre los 35 y los 60 años, en la que la mayoría de actrices de la industria se queda literalmente en dique seco, al no encajar en los personajes románticos que habitualmente hacen. Pero nuestra Angelina, no solo es una chica mona, no señor. Es una chica mona que reparte unos guantazos de no te menees, cuidado. Es como una mezcla de James Bond y Jason Bourne, pero con (pocas) curvas, unos sensuales morritos (ojo, que frente a lo que muchos pudieran pensar, son totalmente naturales) y unos cautivadores ojos azules. Un invento que ha funcionado, y que sigue haciéndolo con productos como este donde tiene tiempo sobrado de mostrar sus (muchas) cualidades como "Action Woman". Además, en este caso ha contado con un elenco técnico de lo más lustros, especialmente con el director Philip Noyce, un experto en thrillers políticos de espionaje, y que nos regaló títulos tan gloriosos en ese subgénero como la inolvidable "Juego de Patriotas". Ahora Noyce compone un film apasionante, donde casi no hay tiempo para la respiración, y donde los (rocambolescos) giros de guión solo son el preámbulo de otras secuencias de acción todavía más alucinantes: Evelyn Salt es una funcionaria de la CIA que es acusada de ser una agente doble que trabaja para Rusia; siendo acusada, Salt huirá para demostrar su inocencia y salvar a su marido de entrar en la espiral del espionaje internacional. Claro que ¿alguien sabe realmente quién es quién? Con esta (interesante) premisa llegamos a un auténtico paroxismo argumental, que parece más bien estar plasmado para no para sorprender, sino para apabullar al espectador con cambios en el sentido de la historia, llegando a resultar francamente desconcertantes. Pero da lo mismo, porque el film está tan bien montado, tan bien dirigido, que cumple holgadamente su función de entretener, al más clásico gusto de la vieja escuela. La sal de la acción está sobradamente puesta en la cinta, quedando un producto de lo más sabroso. Pero la pimienta del argumento se les ha quedado corta, y no tiene el toque justo como para resultar lo suficientemente creíble. Claro que ¿es que este tipo de películas ha de ser creíbles? (o sea, la vuelta a un conflicto nuclear internacional donde se involucra atentados a las jerarquías mayores de dos los países más importantes del planeta). Es más, tal y como ha quedado rematada la cinta, no me extrañaría en absoluto que esta no fuera otra cosa que la presentación de una franquicia donde tendremos las aventuras de "Salt" durante muchísimos años. Y a mí que me parece muy bien, porque Angelina se ha reinventado a sí mismo creando un personaje interesante, seductor, fuerte, implacable y agudo.
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