Toque de maldad

Gran ejercicio de estilo de Orson Welles a nivel técnico con su portentoso arranque con un plano secuencia magistral.

La trama es realmente oscura e inquietante para la época, envuelta en una serie de encerronas en el que llegan a tocar el narcotráfico, la honestidad policial y la falta de escrúpulos. Asombrosa la caracterización de Orson Welles como el policía corrupto.

Una lástima que la productora cambiase buena parte de la película (algo que siempre le ha venido pasando a Welles a lo largo de su filmografía) a través de un montaje en el que no se tenía demasiado en cuenta la voluntad del director.