La 'Stranger Things' de los musicales

Huelga decir antes de empezar que no soy un gran amante del cine de Carney: 'Once' me dejó frío y 'Begin Again' no me parece la obra de arte que todo el mundo ve. Sin embargo, con 'Sing Street', el director conquista con un musical nostálgico, una especie de 'Goonies' que toman la música como una vía de escape en una Irlanda que se hunde.

Para ello, el director se ha rodeado de un reparto joven de desconocidos en estado de gracia (sobre todo, Mark McKenna, que pide a gritos ser el protagonista de la obra por encima de Ferdia Walsh-Peelo) y ha escrito una banda sonora que supera a los clásicos de A-Ha o Duran Duran que aparecen en la cinta. Sí es cierto que la historia no tiene mucho de original (también recuerda a 'Me, Earl and the dying girl' en la afición de sus protagonista por recrear clásicos) pero está tan bien contada que parece un clásico de los ochenta de esos que emiten una y otra vez en televisión y no puedes evitar revisionar.

'Begin Again' es un viaje a la adolescencia lleno de música, de emociones y de nostalgia, un viaje que merece la pena vivir.