Sobreviviendo entre la minoría

Hace unos cuantos años los hermanos Strause sacaron la secuela de Alien V Predator y resultó ser una abominación de mala calidad así que era evidente que si no era un espejismo y seguían por el mal derrotero poco iban a levantar el vuelo y llegó Skyline, una cinta con reparto desconocido, ínfimo presupuesto y poca distribución comercial así que mas o menos se veía venir el descalabro al menos para la crítica, que no para el público porque logró salvarse en taquilla y la prueba está en que 7 años después por fín llegó la secuela que los pocos defensores de esta cinta esperaban entre los que me incluyo. Los Strause no tienen personalidad ni pulso en pantalla, no saben dirigir actores y mucho menos elegir un casting bueno pero tenían ideas, casi todas por parte de Liam O'Donnell quien se encargó de la dirección en la segunda. La película coge otra vez más la temática de extraterrestres al estilo monstruoso con jóvenes enrrollados en una casa y todo el mundo palmándola alrededor, muchos tintes de serie B y más aún se nota cuando la acción de verdad llega en los últimos veinte minutos. La película pese a la carencia de fondo e interés en los personajes es entretenida, y pese a la estupidez de algunas decisiones logra mantenerse a flote gracias a los fabulosos efectos visuales, que ya quisieran varios blockbusters de más presupuesto, y por supuesto de la estupenda idea y acción que ejecuta el último acto que le da algo de frescura al género actualmente. Poco sorprende y deja con ganas de más, pero ahí se quedó en 80 minutos generalmente carentes de emoción y sorpresa pero para pasar el rato que es lo que más o menos se esperaba y por ello me quedo en tierra de nadie. Creo sinceramente que hay cintas peores como por ejemplo RIPD y tiene mejor casting, dirección y presupuesto. Menos mal que los Strause están ya alejados de la pantalla grande para dar paso a mejores esperanzas en otros con mejor mano.