Brillante pero le falta dar un paso más

'Spotlight' es una de esas películas cuya valentía e interés radica sobre todo en el tema que trata, más allá de cómo lo trata. Los terribles y frecuentes casos de pederastia en la Iglesia Católica es un tema que apenas se ha tratado en el cine, y 'Spotlight' lo hace con valentía, reconstruyendo la "investigación" que un grupo de periodistas del Boston Globe inició en 2001 y que destapó más de 70 casos en la Iglesia Católica de la ciudad.

La historia está narrada de manera pausada pero el trasfondo es tan increíble que te hace estar toda la película en tensión constante, casi sin pestañear. El elenco está sobresaliente, aunque para mi gusto Keaton algo superior a Ruffalo. El mayor logro del filme es conseguir la empatía total con las víctimas y sentir la dimensión de la tragedia. Es un tema desgraciadamente frecuente en los medios a estas alturas, pero con todos los horrores que se muestran en los 'Telediarios' y la influencia de la Iglesia Católica, este tema se había banalizado sin llegar a mostrar la dimensión real de la historia.

La narración es, eso sí, muy sutil. Todo se insinúa y nada se muestra de manera gráfica. La Iglesia está muy presente en muchos planos de un céntrico Boston pero, a excepción del inútil flashback inicial, casi no se ven sotanas o alzacuellos.

El gran pero que se le puede poner a 'Spotlight' es no haber ido más allá. Tom McCarthy demuestra valentía al abordar el género (en especial en la hiperreligiosa sociedad americana) pero la película subyace mucho más de lo que cuenta y se echa en falta ese paso extra que parece querer dar a momentos pero no se atreve a hacerlo firme finalmente. Porque no nos engañemos, 'Spotlight' no es la historia de un "milagro periodístico", que no es más que un pretexto para contar cómo unos medios, una Iglesia e incluso una comunidad lleva sabiendo de algo desde hace años y mirando para otro lado, algo en lo que como sociedad debiera hacernos reflexionar.

Y más allá del papel de los medios, 'Spotlight' tendría que haberse atrevido también a diseccionar esa estrategia de la Iglesia que, todavía hoy -15 años después- sigue sin pagar por esto, sigue protegiendo a los pederastas y ocultando las miserias bajo la sotana.