
Esto también es historia de la música
Sin spoilers
Gran representación de la historia de las "primeras estrellas del rock negras", donde los detalles más sutiles pueden escapar, como el hecho de que la mayoría del público en sus conciertos fueran blancos. Al mismo tiempo, son los que compraban sus discos, claro... Las interpretaciones convencen, sobre todo la de Jackson hijo, que evidencia haber heredado las dotes de Cube y saberse de memoria los gestos del rapero, como ese característico ceño fruncido. Sorprendente parecido de Hawkins con el verdadero Dre, y gran representación de los demás miembros, donde deja claro quién era quien.
Dre era el músico, Cube el letrista, Eazy el "mecenas", Ren y Yellah realmente eran segundas espadas... Los dos primeros, evidentemente, salen demasiado bien parados -probablemente no fueran tampoco ningunos santos-, pero la película no es solo la historia de este grupo, sino de un movimiento que tuvo su punto más alto en los 90, y a pesar de tener momentos verdaderamente lentos, no sobra ni un minuto de la dos horas y media que dura.
Sin embargo, lo mejor es que logra mostrar el lado más humano de estos artistas. Si nos quedamos con sus letras, solo veremos a unos chicos de barrio que rapean sobre tiroteos, trapicheos... es decir, sobre su día a día, y pensaríamos erroneamente que son como ellos mismos quieren darse a conocer: como unos macarras. Nada más lejos, la película logra mostrarnos sobre todo sus momentos más bajos y cómo ellos no dejan de ser unos chicos de veintitantos años que sienten y padecen como el resto.
No es necesario conocer al grupo, ni siquiera ser aficionado al rap, para disfrutar la película. Para quien lo sea, claro, es de visionado obligado.
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