Matando cualquier trabajo futuro

Sin lugar a dudas esta representa la muerte de la línea temporal de Terminator.

Una película malísima, que intentó emular en todo sentido a su predecesora sin siquiera llegar a acercarse a aquello.

Primero, una Katherine Brewster como líder que nace casi de la nada y que llega a ser tan importante como Connor, pero sin lograr justificarse del todo esa importancia. No se desarrolla su personaje y parece ser una simple tipa con mala suerte que se dio cuenta que salvaría el mundo, muy cliché.

Un Connor que faltaba que se cagara de susto al ver un Terminator, el futuro líder y esperanza de la humanidad muerto de miedo y confundido, lejos de la imagen que nos dio el joven Edward.

Una T-X, que se supone que es la mayor máquina de matar jamás concebida, pero que terminó siendo un T1000 con armas de plasma y lanzallamas, pero que no ofreció nada nuevo, su capacidad de camuflarse repetitiva, un uso pésimo de sus armas y ver que podía ser inutilizada por el T-850 y ser terminada mucho más fácilmente nos hace añorar al T1000 de Patrick.

Un Arnold que a pesar de ser lo único rescatable, es llevado a un humor absurdo y una actuación torpe, su presencia tiene poca relevancia y nada nuevo que ofrecer. A todo esto se suma lo de su modelo T850, que al parecer lo único novedoso que trae son sus celdas de hidrogeno, lo demás idéntico al T800, y aparte que parece ser muy fácil de vulnerar con electricidad.

En fin todo lo que Terminator llegó a ser, puesto de manera absurda y sin sentido. Lo peor de todo, mató y limitó futuros trabajos, como Salvation que fue un intento fallido de arreglar la cagada y Génesis que tuvo que recurrir a linear temporales paralelas con el único fin de olvidar una mala decisión cinematográfica.

Para aquellos que condenan a Génesis, los invito a ver esta película nuevamente y darse cuenta de que es gracias al mal guion de esta película la razón por la que la saga de Terminator dejó de ser de CULTO.