Se han pasado rizando el rizo.

A mí este tipo de películas me gustan, vaya eso por delante. Crear una atmósfera agobiante, que siembra inquietud e incertidumbre a raudales, llegando incluso a embriagar, pues tanto es el disfrute que experimentamos al visualizar este tipo de cintas.

Aquí, a pesar de ser una película antigua, la maestría con la que se ha tejido la horrorosa intriga ha hecho mella en los espectadores, convirtiéndose en una película aclamadísima y de las más conocidas, teniendo como puntillo extra al director y a los intérpretes.

Lo cierto es que sí, hay algunas cosas que no resultan creíbles, como por ejemplo que eso más que una facultad parecía la mansión de los horrores, con amplios pasadizos intransitados, con compuertas que encierran túneles intrincados en los que puedes hallar de todo, desde cámaras, montones de material y... pruebas de crímen. La actitud de los protagonistas también es reprochable, pero no te centras mucho en eso, más que nada porque lo que más te apetece es seguir deleitándote con el escabroso juego de intrigas que se esconde en la universidad. A ratos posee esencia de casa maldita en el que todo o todos pertenecen al lado oscuro y no puedes fiarte absolutamente de nada, la mezcla de ingredientes da como resultado a un sugerente y aterrador juego de los diez negritos o esas típicas películas de que el malo está delante tuya y es a cara o cruz, como la opción generística que prevalece, en detrimiento a una profunda y abierta investigación que en principio podamos esperar.

spoiler

La atmósfera lo vale todo, hasta el punto de convertir lo que tenemos delante en una magnífica película merecedora de un 10, pero es que se han pasando rizando el rizo tanto. Es mi opinión. Para mí, el subidón de adrenalina era insuperable con la escena de cuando Castro se descubre como el siniestro operador, ahí acabar sería la decisión más acertada, consagrando de ese modo una película perfecta. La escena final del hospital, así como el impactante final que es una de las pretensiones más importantes relevantes del filme, se podrían haber añadido, pero encuentro innecesario haber seguido todo ese rato creando incertidumbre al espectador acerca de cual es la identidad del otro asesino, mareando tanto la perdiz. Pero bueno, está bien. El balance general es positivo.

Con todo es una película con inconfundibles rasgos perversos, para un público que pueda sentir predilección por este tipo de 'actividades' u otras similares. Es el atractivo de lo perverso.

Por otro lado no entiendo la especial diferencia de nota entre unas películas patrias como esta, y otras, cuando la esencia de la intriga del cine patrio es bastante similar, casi igual de efectista, de magnífica e inquietante, en todas las películas, elevándose esta película a casi la mejor producción nacional, frente a la desenfrenada debacle de otras, tampoco nada despreciables e igual de inquietantes que esta, como 'Mas de mil cámaras velan por tu seguridad' o 'No deberías estar aquí', esa última originando un profundo cague en mí, presente en mí durante casi todo el transcurso de la película.