
Emocionalmente estimulante
Con spoilers
Yo ya estoy cansado del cine de superhéroes. Pero no creáis que lo digo por ir de listo, de hecho me da pena, y me da miedo convertirme en un pseudo-intelectual al que sólo le guste el cine independiente de autor. Siempre he disfrutado con la acción y los efectos especiales, pero a día de hoy busco algo más. Por eso no encuentro en Los Vengadores o en sus colegas de Marvel nada que me interese. Por eso ya no pago por verlos en el cine.
A pesar de ser un firme defensor de la trilogía de Raimi, y de haber considerado la primera The Amazing Spiderman muy muy inferior a sus predecesoras, a ésta nueva le quería dar una oportunidad, porque prometía un argumento y un desarrollo de los acontecimientos más sólido y asentado. Y lo que he acabado por descubrir es que los personajes que genialmente sabe tratar Marc Webb salvan esta saga. A mí eso me vale para disfrutar de una película.
Veo muchas cosas cogidas por los pelos, mucho desarrollo de villanos acelerado, pocos minutos para lo que cada uno se merecería (jamás habrá lugar en dos horas y pico de película para más de un villano o dos, a no ser que seas Christopher Nolan). Muchos trucos de guión para que la historia siga su curso, que tal vez en un comic funcionan pero no en una película. Aun así, como he dicho, estos malos y la acción que desencadenan se prestan perfectamente para dar rienda suelta a los personajes.
Jamás se podrá olvidar a Willem Dafoe y su duende verde, pero Dane DeHaan ha dado todo de sí y ha conseguido que su villano sea, sobre todo, creíble. Tal transformación en una sóla película no era algo fácil de ejecutar, pero el hecho de que no le conociéramos de antes y de que el motivo que le lleva a la locura sea tan visceral y palpable (su propia muerte futura) hacen que sus actos cuajen muy bien. En su caso también tenemos a un Duende Verde que casi pasa de largo frente a nosotros pero que en el poco tiempo que está en pantalla deja una enorme huella. No es tanto su mote maquiavélico lo que deberíamos destacar de esta secuela, sino su "lado humano", Harry. Su evolución ha merecido la pena, y más cuando va a seguir dando juego en la saga.
Sobre su padre, Norman, aún me pregunto si está muerto de verdad... Sería una buena vuelta de tuerca que en una próxima película quisiera vengar la muerte de Harry... Quién sabe.
El trío de buenazos, Andrew Garfield, Emma Stone y Sally Field, es brillante. La veterana actriz que hace sus veces de tía May, ocupa su pequeño lugar en la trama y lo rebosa de sentimientos que sin duda repercuten en gran medida en Peter. Field ya ha demostrado lo buena que es a lo largo de su carrera, aquí no iba a ser menos. Los dos protagonistas son uno de los puntos fuertes de la película, si no el más fuerte. Su relación es un hilo conductor que los actores llevan a cabo de manera excelente, haciéndonos llorar cuando algo va mal entre ellos, y transmitiéndonos felicidad cuando les vemos expresar su amor. Sin duda es una de las parejas con mejor química vistas ultimamente en el cine.
Quizás sea esto, el hecho de que lleguemos a quererles tanto juntos, el motivo por el que el desenlace es tan impactante y desolador. Personalmente, sabiendo que Gwen moría en los comics y habiendo leído algo en relación a la ropa que llevaba, creía que Marc Webb jugaría al despiste y acabaría salvándola... Pero llega el momento, y me dan con un zapato en toda la boca. No sólo por el hecho de que ella muera, sino por cómo ocurre. Cuando ella se golpea contra el suelo aún agarrada ya por la telaraña de su chico, es inevitable sentir una congoja y un escalofrío. Es un momento terrible y a la vez espléndido, cinematográficamente hablando. Es, sin duda, lo mejor de la película (y puede que de toda la saga Spiderman). Echaremos mucho de menos a Emma Stone y su adorable Gwen Stacy.
Más allá de este suceso existe una escena, que podría considerarse más epílogo que final, que personalmente me dejó un poco expectante o... digamos que me pilló desprevenido. La película se me hizo bastante corta, y cuando Rhino apareció esperaba otros 15-20 minutos de acción apabullante (no había mirado el reloj). Podéis imaginaros cómo me quedé cuando la pantalla fue a negro. Cuidado, no creáis que me decepcionó, de hecho me pareció brillante. No es un corte que te parta el final para tenerte enganchado a la secuela (para eso ya tenemos la trama de Oscorp), sino me parecio más bien un guiño a Spiderman y a que sus aventuras continúan incluso cuando ya hemos visto todo lo que teníamos que ver. Ingenioso y adecuado.
Me ha agradado el paso de James Horner a Hans Zimmer. Considero que el primero falló estrepitosamente intentando crear algo singular que repitiera la personalidad de la obra maestra compuesta anteriormente por Danny Elfman. Le salió algo repetitivo, empalagoso y facilón, sin nada de garra. A Horner se le acaban las ideas y ya no hace cosas buenas. Zimmer no ha tenido más remedio que mantener algo del trabajo de aquel, pero sorprende de nuevo componiendo excelentes piezas totalmente nuevas que sí tienen personalidad y son épicas a la vez que modernas.
Critiqué y vilipendié esta saga por considerarla sacacuartos (que aún lo pienso) y tratar de timar a la gente vendiéndoles la misma cosa. Con The Amazing Spiderman 2 han conseguido redimirse y crear algo nuevo que merezca la pena. Se acabó el compararla con las películas de Raimi, ahora esto tiene firma propia. Dejando al margen villanos (cuya estructura de cohesión me parece muy acertada, por cierto) y acción a raudales, la película de Marc Webb acierta de lleno con la representación de este Spiderman comiquero. Gracioso, inteligente, entrañable y al fin y al cabo, mitad hombre mitad araña. Pero acierta, sobre todo, con su reparto y sus personajes, con el desarrollo de sus emociones y la expresión de sus sentimientos. Eso es lo que hace grande a esta película, eso es lo que me ha permitido disfrutarla, y eso es por lo que estoy dispuesto a pagar en futuras películas de The Amazing Spiderman.
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