Sollozos de hastío

Es esperpéntico pensar que un producto tan rutinario y carente de interés como Expediente Warren haya logrado dar a luz a un sinfín de secuelas, spin-offs y desvaríos varios. Con La llorona, la saga toma un nuevo sendero (lo de nuevo es un decir), con el que seguir torturándonos mientras los responsables conserven las neuronas suficientes como para seguir escribiendo sandeces.

El film cuenta la historia de una madre con dos hijos que tendrá que hacer frente a un temible espíritu quien, en vida, asesinó a sus vástagos y vuelve a este mundo con la intención de arrebatarle a la mujer los suyos.

Lo de las leyendas urbanas siempre tiene su punto, y nunca está de más el añadido del folclore mexicano. Pero los guionistas de esta película no han sabido centrarse debidamente en ello y, simplemente, se han dejado llevar por un correcalles de sustos baratos que se ven venir de lejos. Nada nuevo si tenemos en cuenta que esa es la infame especialidad de la saga, pero es una pena que un producto con una primera parte correcta se acabe perdiendo en banalidades y trucos de barraca de feria, para acabar desembocando en otro de esos finales de vergüenza ajena a los que, desgraciadamente, ya estamos más que acostumbrados. Otro desastre "made in James Wan".