El retorno del justiciero

A la hora de visionar una secuela de un film que nos gustó, siempre vamos al cine con miedo y expectación a partes iguales, ya que las ganas de volver a ver algo digno son poderosas, pero también lo será la posible decepción. Si bien The Equalizer 2 logra entretener, en un plano general falla a los que nos consideramos fans de la entrega original.

En esta ocasión, nuestro protagonista se verá obligado a imponer su propia ley, cuando descubra que un grupo desconocido ha asesinado a su mejor amiga. Como de costumbre, McCall no parará hasta comprobar que se ha hecho justicia.

Antoine Fuqua continúa manteniendo la llama encendida en su inquebrantable romance con Denzel Washington, del que ambos han obtenido fructíferas recompensas. Y es que el actor sigue tan potente como siempre, y no parece querer abandonar a un personaje que, para los aficionados a la acción es, indudablemente, una joya. Pero mil veces hemos dejado claro que las interpretaciones no sirven de mucho si el guion no tiene el gancho suficiente, y es que The Equalizer 2 se entrega sin miramientos a un extraño drama social, y pierde de vista los puntos fuertes que hicieron de la película de 2014 un auténtico bombazo. Las escenas de acción son escasas, arbitrarias, y carecen de esa emoción tan necesaria, que podíamos ver en las cintas más justicieras del gran Charles Bronson, o en los primeros films de Steven Seagal. 120 minutos quizá sean demasiados, y un final tan plomizo y anti-climático lo confirman. Aun así, comprar una entrada para ver el poderío del actor protagonista es de lo mejor que podemos hacer ahora mismo, si nuestra misión es no darle al coco demasiado mientras nos alivian con ráfagas de aire acondicionado.