Lágrimas aseguradas para una historia dura y complicada......

Película de esas que uno sabe que lo va a pasar mal. Uno había escuchado cosas sobre ella, son historias que llegan al corazón, son temas de la vida real, temas que que a uno le gustarán más y a otros menos, pero que no dejan indiferente a nadie. Está claro que estos temas mucha gente se siente identificada, y uno se emociona y también lo pasa mal. Hazel tiene 17 años y tiene un cáncer terminal; acude a una reunión de apoyo en la que un grupo con problemas de salud cuentan sus cosas, es ahí donde Hazel conoce a Gus y todos sabemos por donde va a ir la cosa; Hazel nos la va contando y nos va dando toda una lección de medicina, y sobre todo de vida. La película es una historia de amor de dos adolescentes, basada en el best seller de John Green y con el tema central de la enfermedad; la historia es buena, se ve bien y se cuenta muy correcta, pero hay que decir que su ritmo es lento, pero está claro que el tema da a ello. Es dura y no todo el mundo puede ver este tipo de películas, el tema es complicado y hay que llevarlo lo mejor posible. Me ha gustado esa fuerza que tienen los personajes, sobre todo la pareja Shailene Woodley y Ansel Elgort que consiguen transmitir al espectador en todo momento y eso es muy importante en una película. Shailene Woodley creo que está magnífica y uno se cree todo lo que ve en la pantalla y eso es mucho en esto del cine. La película conforma avanza se va poniendo mas dura y a uno le da ese mal rollo por el cuerpo, y le llega al alma. No hace falta que os avisemos de que vayáis preparando pañuelos, porque la lágrima está garantizada. Por otro lado la película es predecible y aunque en su trayecto es bastante lineal me ha gustado bastante y al final uno se queda con la sensación de haber visto una buena película.