Momentos de lucidez y momentos de locura

Podría decirse que 'The Interview' es un poco como el propio Kim Jong Un, una película con momentos de lucidez, y (muchos, tal vez demasiados) momentos de locura. Tras toda la polémica surgida sobre su censura, ver el film era casi cuestión obligada. Lo cierto es que esperando una basura de película a la altura de cualquier comedia de Adam Sandler, 'The Interview' tiene un poso interesante de crítica tanto de la actual sociedad y modelo informativo del morbo, como curiosidades de la propia sociedad norcoreana. Los famosos como Eminem o Rob Lowe en su programa, el niño gordo puesto en el puesto de verduras fake e incluso las referencias a Katy Perry son puntos fuertes de la película.

Y es que 'The Interview' gana puntos en todas las partes en las que actúa como elemento de parodia y crítica de un sistema y, desgraciadamente, pierde en los demasiados fragmentos de bromas caca y pis con las que Seth Rogen intenta rellenar un guión que prometía pero que hace aguas en demasiados lugares. Porque 'The Interview' va dando bandazos entre el humor ácido e inteligente, el gore barato de serie Z, y diálogos típicos de Los Morancos.

A destacar el buen trabajo de Randall Park encarnando a Kim Jong Un. Al lado de la desastrosa interpretación de James Franco acabas cogiéndole cariño al líder norcoreano y casi esperas que el salte por los aires sea antes el propio Franco. Lo único que salva James Franco de la quema es su indudable química con Seth Rogen, aunque es muy difícil sustentar la película en ese único elemento.

En definitva, una película que hay que ver casi por obligación en defensa de la libertad de expresión, que tal vez te guste más de lo que esperabas pero que nadie recordará en apenas tres meses.