Una buen película de Kung fu

Es una película bastante lograda, con un rodaje de en las calles de Pekín en unos entornos urbanos

donde se aprecia la vida cotidiana de los chinos, esa mezcla de modernidad con tradición, con personas que van a la ultima y otras que van todavía con los atuendos tradicionales, con pantallas digitales en los torneos y comiendo saltamontes e insectos con palillos.

Jackie Chang hace uno de los mejores papeles de su carrera con variedad de registros (no solo reparte), y en el chico se agradeceria algo mas de naturalidad y menos tics, pero para ser un comienzo

no esta mal, seguro que mejora; a pesar de los trucos ( que seguro que los hay) la forma física del muchacho es envidiable y consigue que sea bastante mas creible lo que hace, que el chico de la primera película que daba pena el pobre.

Fantásticos los paisajes y la fotografia dandonos una visión algo turística de China con sus templos , la gran muralla y la ciudad prohibida, pero que al final se agradece (no va a ser todo puñetazos).