Ni drama ni thriller

Primera película dirigida por Scott Frank, habitualmente guionista (La intérprete, el vuelo del Fénix, la adaptación de la novela de Philip K. Dick Minority report), y protagonizada por Joseph Gordon-Levitt (Brick, Caos), The lookout nos cuenta la historia de Chris Pratt, una joven promesa universitaria en el ámbito del hockey hielo que sufre un terrible accidente de coche, en el que fallecen sus dos amigos, su novia pierde una pierna, y él sufre un grave trastorno que le impide recordar las cosas a corto plazo. Años después, el joven que un día tuvo el mundo en sus manos vive con Lewis (Jeff Daniels), un invidente al que conoció en un centro de ayuda social, y sobrevive gracias a las ayudas económicas de su padre y al exíguo salario que obtiene limpiando los suelos de un banco por las noches. Un día, en un bar cercano a su trabajo, se encontrará con Gary (Matthew Goode), un supuesto alumno de su mismo instituto, el cual le propondrá un trato que podría cambiar el curso de su vida: atracar el banco en el que trabaja.

Para ser sinceros, The lookout no es nada del otro mundo: trata de mezclar a partes iguales el drama del día a día del protagonista con una trama de thriller y acción, y se queda a medio camino en ambos aspectos. A pesar de ello, entretiene, que es lo que a fin de cuentas interesa, con una estética que en algunas ocasiones me ha recordado (probablemente por su localización) a la grandísima Fargo de los hermanos Cohen, y una respectable actuación tanto de Joseph Gordon-Levitt como de un irreconocible Jeff Daniels, que actúa a modo de voz de la conciencia de su amigo; el resto de los actores, incluído Matthew Goode, son algo planos y carecen de credibilidad, si bien funcionan en la trama. Una trama, todo hay que decirlo, bastante previsible: no creo que encontreis ningún sobresalto a lo largo del metraje, ningún giro inesperado; a partir de su planteamiento final, todo se sucede como la lógica nos dicta que debe ocurrir, muertes de secundarios incluidas.

Como es lógico, el origen del trauma del joven protagonista se nos muestra a modo de flashbacks esporádicos, que se suceden con mayor asiduidad en los momentos de mayor tensión, en una suerte de déjà-vu, en una historia que, si bien puede considerarse original en su planteamiento, no lo es para nada en su desarrollo.

Pero, como decía, entretiene. The lookout te mantiene atento a la pantalla, aunque no expectante. Lo cierto es que podría haberse sacado algo más de provecho a la faceta psicológica de la película, sobretodo si tenemos en cuenta que el protagonista, Joseph Gordon-Levitt, ha demostrado ya con creces sus dotes interpretativas, como es el caso de Brick.