Crítica de "The Lost City of Z"
Sin spoilers
-Son 140 minutos de puro cine. Narrado y rodado con maestría, y bien interpretado.
-Demos gracias porque aún quedan directores que hagan películas como esta.
Llevo años diciendo que James Gray es ese gran director desconocido. Un autor de caligrafía y personajes clásicos (uno de los escasos herederos del clasicismo cinematográfico junto con Jeff Nichols) pero con aliento contemporáneo. Un tipo de inmenso talento visual, capaz de lo más sobrio y lo más poético, cuyos personajes viven a a través de las imágenes que él crea, en géneros que renueva gracias a sus riesgos narrativos, sus hábiles puntos de vista y una personalidad sólida que va más allá de sus refinadas influencias "coppolienses". En esta ocasión no me voy a parar a hablar de su filmografía, algo que he hecho en artículos anteriores, pero sí diré que su nueva película es el proyecto más ambicioso que ha llevado a cabo hasta la fecha. Como no puede ser de otra manera, Gray firma el guion de esta aventura en la que nos narra la vida y aventuras del británico Percy Fawcett, perseverante militar y explorador que participó en una expedición tras otra, convencido de poder encontrar la legendaria ciudad de Z. Charlie Hunnam interpreta al personaje con elegante porte y reconocible voz grave, brindándole la necesaria complejidad pero más centrado en favorecer a la historia que a si mismo como actor. El elenco lo completan: Sienna Miller, Tom Holland, Robert Pattinson, Angus Macfadyen y Bobby Smalldridge -entre otros-. Bien, veamos si en el fondo de la selva hallamos oro y conocimiento o por el contrario Gray nos lleva a perdernos en medio de los árboles.
En el punto de partida está la importancia de la sangre, la estirpe. Tema principal en la filmografía del cineasta. Fawlett busca limpiar su sangre, el nombre la familia (de nuevo, fundamental), para poder ver cumplidas sus ambiciones. La misión que le llega es inesperada, un viaje a la Amazonia para cartografiar el curso de un río y así ayudar a trazar la frontera entre Bolivia y Brasil, motivo por el que está a punto de estallar una guerra. Así da comienzo la primera expedición de Fawlett en la película, junto a un grupo de compañeros en el que destaca un irreconocible Robert Pattinson, que continúa demostrando ser un actor de evidentes recursos. Lo que lleva a Fawlett a volver a la selva ya no es el motivo inicial, el personaje desarrolla una obsesión por sus misterios, cuyo núcleo está en la búsqueda de descubrimiento y de conocimiento. La necesidad de mostrar este cambio y lograr que el personaje tenga ese arco dramático, hace que Gray no se centre en una única expedición, sino que desarrolle un retrato completo de la vida de Percival a través de cuatro viajes y las circunstancias intermedias de su vida, donde todo está marcado por el abandono de su familia frente a su obsesión por hallar la ciudad perdida. El cineasta se sirve de las elipsis como una de las mayores fuerzas narrativas de la película, una decisión que confundirá a algunos espectadores que estén acostumbrados a viajes más lineales.
Acompañando al personaje nos aventuramos en un intrépido cóctel de drama humano, aventura física y mental, supervivencia selvática, cine histórico y contoneos con el bélico (una escena de aplauso) y algunos trazos oníricos. Como aventura clásica que es, el ritmo no tiene innecesarios aspavientos. Hay mucho de John Houston en la película, rápidamente me vienen a la cabeza "The Man Who Would Be King" y "The Treasure of the Sierra Madre", esta última una de mis películas favoritas de todos los tiempos. Sin embargo Gray mantiene su estilo personal y nos hipnotiza con una puesta en escena atrevida y vigorosa, encumbrada por la fabulosa fotografía de Darius Khondji. Juntos logran transmitir el ansía de exploración y la maravilla de descubrir lo desconocido, en ese punto exacto donde el sueño inalcanzable se enfrenta al destino ineludible. Sin embargo, lo que apunta a un viaje Conradniano o Herzogniano hacia los infiernos obsesivos del personaje (el río está), se aleja completamente para contarnos un drama familiar. Por eso aunque en la selva aguardan múltiples peligros, el auténtico conflicto está en casa, verdadero núcleo dramático de la película. De nuevo el cineasta se mueve en el género escogido virando hacia los temas inquietan.
Sin duda "The Lost City of Z" es otro irresistible y atrevido triunfo del cineasta. Una entretenidísima película de aventuras y un drama fascinante y personal con el que regresa felizmente clásico pero manteniendo su voz y capacidad de observación modernas. La filmografía de Gray sigue construyéndose con cohesión, coherencia interna y un sólido sentido completo. Su nueva y ambiciosa película no es la mejor que ha hecho hasta el momento (esa es "Two Lovers"), pero es un logro cautivador y lo mejor que he visto en 2017 a día de hoy. Al final, con ese milagroso plano, su última obra cobra un sentido de verosimilitud actual, elegante clasicismo y brillante contemporaneidad artística, tan claro, que nace para el espectador la necesidad obsesiva de volver a esa selva. Bravo, señor Gray.
Crítica eCartelera
'Z, La ciudad perdida': La monumental epopeya espiritual de James Gray
Críticas de los usuarios
alesnake22
-Son 140 minutos de puro cine. Narrado y rodado con maestría, y bien interpretado.
-Demos gracias porque aún quedan directores que hagan películas como esta.
Llevo años diciendo que James Gray es ese gran director desconocido. Un autor de caligrafía y personajes clásicos (uno de los escasos herederos del clasicismo cinematográfico junto con Jeff ...Leer más
frediagd
Por ponerle algo bueno las imágenes están bastante bien, la ambientación también resulta estética y el sonido. De argumento anda fatal, muy corta. Se pierde en tres especie de episodios flojos a más no poder y el sabor de boca final es patético. No la vayan a ver, es perder el tiempo y el dineroLeer más
Críticas de los medios
The Telegraph
En cuanto al trabajo de dirección, es un clásico inmediato, hecho a medida para situarse al lado de lo mejor de Werner Herzog y Stanley Kubrick (aunque también es completamente una cosa en sí, es un clásico hasta la médula que no tiene nada que ver con lo que ha venido antes)
The Hollywood Reporter
Mientras que Gray hace un trabajo maravilloso y sencillo al deslizar al espectador, junto con los exploradores, desde los confines de lo conocido en lo absolutamente salvaje, los lectores del libro de Grann puede que echen de menos el extraordinario invetario de los atroces depredadores de la jungla que esperan para torturar a los delicados humanos, desde los microbios invisibles hasta los parásitos absorbe-energía pasando por gigantescos insectos, apetecibles peces desgarradores de carne, pumas de la jungla y anguilas y serpientes de tamaño jurásico.
The Guardian
Esto no es un 'Apocalypse Now', o 'Aguirre: la cólera de Dios'. El tono es más del estilo de Robert Bold, que siguió a hombres en absorbentes escenarios naturales con el guión para 'Lawrence de Arabia', 'La misión' y 'El motín de la Bounty'.
Empire
En cuanto al casting de los papeles, Gray se ha arriesgado un poco. El ancho de hombres, machorro Charlie Hunnman da la sensación de encajar de forma desacompasada y extraña para el explorador alemán y caballero vividor al límite que seguimos durante dos décadas de su vida.
Variety
Gray, como siempre, trabaja con una elegantemente tenue paleta visual (su color favorito: el marrón), y uno puede apreciar que su ritmo y estilo son como volver atrás en el tiempo hacia algo que podrías llamar analógico, o setentero, o simplemente lento y deliberado.
El Mundo
Piensen en 'Aguirre, la cólera de Dios', o en 'Apocalypse now', o en el propio texto de Conrad 'El corazón de las tinieblas' que tanto obsesionó a Welles y a Coppola. Pues justo lo contrario. O, cuanto menos, algo mucho menos torturado, menos sucio.
El Periódico
La historia del cine está llena de directores que sudaron sangre de forma incansable con el fin de levantar proyectos fundamentados en la pasión. Y esas cualidades precisamente, la dedicación y la obsesión, forman parte del código genético de 'The lost city of Z'
Fotogramas
En otras manos, esta historia real se habría convertido en un revival del cine de aventuras exóticas, pero el director de 'Two Lovers' no quiere hacer 'Gunga Din'