Plana, aburrida, radical y con temática de telefilm

Ver a Zac Efron en el poster me inspiraba confianza porque el chaval ha sido muy vapuleado por dos cintas infravaloradas que son 17 otra vez y Siempre a tu lado y verdaderamente me parece injusto que sea tan criticado únicamente por la saga High School Musical, como actor no será un actorazo que digamos pero desde luego en esta película lo hace genial pese a que se pase mas de la mitad de la película sin camiseta y calzoncillos. Otro punto a favor era ver a John Cusack, Matthew McConaughey y Nicole Kidman en pantalla pero a pesar de sus grandes interpretaciones, una de un maniaco obseso, otra de un periodista homosexual que sale mal parado y otra de una guarra que no tiene ni puñetera idea de nada y está tan loca que nadie se lo puede imaginar. La idea de la película daba para más, se podría haber tratado una cinta con temas sociales como el racismo de forma mas suave sin llegar a ser tan radical en otros ámbitos como en el sexo que tanta vergüenza provoca en dos escenas muy impactantes de la cinta que como siempre digo ¿Hace falta entrar en detalles? Que la gente no es tonta. Un guión plano, aburrido, extenso y previsible en algunos aspectos, independientemente de que esté bien adaptado o no. Unos actores brillantes y unas interpretaciones muy bien elaboradas pero un ambiente y una historia de telefilm facilón de hacer y con algunas tonterías que no sabes si tomártela en serio o en broma porque desde luego sacas conclusiones que no deberías sacar como el hecho que no entendí como un maniaco obseso del sexo que quiere a la Kidman para lo que quiere y que ella no se dé cuenta de como es y no le evite, al contrario se deja hacer de todo, es algo inexplicable, ¿Será masoca la Kidman o qué?. Respecto a la estética y la forma de dirigir la cámara Lee Daniels no está nada mal teniendo en cuenta los colores que utiliza y los primeros planos y zooms aereos que ambientan bien la historia pese a que esté muy vacía.

Quizás deleite a la gente que no le importa tragarse una historia tramposa que en su base trata sobre un asesinato y que al final no trata ni de eso, ni se llega a una conclusión interesante y se desvía totalmente del tema principal deleitando al espectador pajillero con todas las posturas posibles de Kidman delante de la cámara ya sea meando encima de Efron como si está a cuatro patas.

En definitiva, una película absurda, sin sentido, inexplicable, mal llevada en su guión y aburrida además de radical y explícita pese a tener unas buenas interpretaciones y un final intenso pero previsible.