
Ben Affleck como el ave Fénix, resurge de sus cenizas.
Sin spoilers
Ben Affleck nunca ha sido un actor que me llamase la atención. Siempre he pensado que es un ser sin expresión, un autómata del guión que solo sabía "vomitar" las frases que le daban.
Incluso él mismo llegó a decir que se avergonzaba de sus películas. Y es que este siempre ha sido un actor secundario, incluso cuando hacía de protagonista.
Pero tanto las cosas como la gente cambian, y él es el mejor ejemplo posible. Ben Affleck ha despertado de una letúrgia interpretativa, y ha dado el "do" de pecho en esta gran cinta dirigída por él mismo. Su segunda película como director, después de la aclamadísima "Adiós pequeña, adiós"
La cinta el larga (todo hay que decirlo) pero Affleck ha conseguido darle una armonía casi perfecta, un contraste entre thriller y novela romántica, entre terror psicológico y drama.
Sin duda la madurez le sienta bien a este actor nacido en Boston (ciudad donde transcurre la historia). Cuando vas a ver este metraje, tienes miedo de que sea otra peli más de atracos, que sea una mala copia de "Heat" (por ejemplo) pero te asombra porque han conseguido (aunque odie este término) "reinventar" el género de atracos.
Se me hace raro escribir líneas tan positivas sobre Ben Affleck, pero es que si no lo hiciera para este trabajo, cometería un delito aún mayor que un atraco, el delito de faltar a la verdad.
Gracias.
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