
Volver a comenzar
Sin spoilers
La vasca Lara Izagirre debuta en el largometraje con este extraño drama semi-romántico, con cierto look hipster deprimente y cartel modernete. A pesar del esfuerzo que le habrá dedicado la directora y guionista, el resultado no acaba de convencer del todo.
El film nos presenta a June; una chica que, tras huir de su pueblo, se ve obligada a volver y a afrontar la difícil situación del momento. Allí se reencontrará con su antiguo novio; un joven escritor que hace meses que no quiere salir de casa.
Un otoño sin Berlín debería ser una película de personajes, pero sabemos demasiado poco de cada uno como para lograr empatizar con ellos. Tampoco es que sean especialmente interesantes, simpáticos o bien esbozados. La protagonista se ve envuelta en una trama gris y poco atractiva, aunque nunca parece intentar serlo. Pasan los minutos y el melodrama se vuelve incómodo y farragoso, como si hubieran muy pocas cosas que contar desde un principio. Una pena que algo que debería haber sido más sencillo sea manipulado con tantas excentricidades.
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