
'Una pastelería en Tokio': El sabor del corazón
Sin spoilers
Naomi Kawase se endulza y deja su lado más intimista, que se vio en propuestas como 'Aguas tranquilas' o 'El bosque del luto' para mostrar una producción de autor pero mucho más accesible para el público convencional. Pese a eso, la esencia de la directora está muy presente en esta propuesta, que apela a los sentimientos y la espontaneidad del alma para crear una fábula costumbrista con cierta crítica social hacia la actitus de la sociedad nipona a lo imperfecto o lo "impuro". Kirin Kiki está fabulosa con su interpretación de la entrañable Tokue, que pone en evidencia cómo las rígidas reglas sociales japonesas siguen estando muy presentes a día de hoy. 'Una pastelería en Tokio' aboga por sentir los sentimientos y abrir el alma a lo que siente y echar a un lado las conveciones sociales por apostar por vivir tal cual se es. Una magnífica y entrañable obra maestra.
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