Mutación paternofilial

El viejo y el joven. El padre y el hijo. Dos figuras frecuentemente contrapuestas en el cine. El abandono paterno es un tema recurrente en el séptimo arte, que suele presentar a los padres como personajes huidizos, que huyen del compromiso. En 'Vete de mí', Víctor García León y Jonás Trueba, llevan esa premisa al extremo. Los dos protagonistas de este drama, Juan Diego Botto y Juan Diego, son un hijo y un padre forzados a reencontrarse después de la marcha del primero de casa de su madre.

Progresivamente, el padre encuentra la vida del hijo como algo envidiable, quiere rememorar aquellos días en los que su trabajo de actor le inoculaba algún tipo de pasión y cuando las mujeres le hacían sentir completo. Al mismo tiempo, el desorientado hijo, que no sabe en qué profesión meterse, pasa el día encerrado en casa jugando a la play station, cuando no sale y liga con alguna chica gracias a su pico de oro.

Los dos tienen algo que envidiar del otro, lo cual les lleva a enfrentarse y a robarle cosas a su contrario. Ambos mutan poco a poco, las personalidades se van difuminando hasta que encuentran un punto de encuentro.