
No hay dos palabras en nuestro idioma más dañinas que: "Buen trabajo"
Sin spoilers
Hace meses me hablaron de una película que apuntaba muy alto acerca de un batería interpretado por Miles Teller y la verdad es que no me llamaba la atención pero poco a poco se iba acercando la temporada de premios y empecé a interesarme hasta que vi el tráiler, más bien vi la mitad porque quedé tan asombrado y absorbido por una trama tan interesante que quería evitar el spoiler y dejarme llevar y efectivamente, Whiplash se convirtió de forma inesperada y con el top ya hecho en su momento en una de mis películas favoritas del 2014. Miles Teller no solo logra la interpretación de su carrera superando aún su gran labor en The spectacular now sino que transmite el dolor que siente buscando cumplir su sueño llegando más allá de los límites que su cuerpo y fuerza le permiten. Teller se enfrenta al mayor reto de su vida y se olvida de los problemas exteriores, el quiere alcanzar sus sueños y de forma brillante e imprevisible se enfrenta al malvado pero efectivo J.K. Simmons quien ha ganado el globo de oro a mejor actor de reparto y espero que lo haga en los oscar si le nominan porque realiza una fantástica interpretación, tan dura como desternillante por sus insultos que tanta gracia me hacen verlos desde fuera pero que no haría si los tuviera que vivir. Grandes diálogos, ritmo verdaderamente vibrante, un guión brillante, impredecible, un final alucinante y una duración más que correcta e incluso me quedé con ganas de más.
Vemos como Teller planta cara al dolor, a la exigencia de algo aparentemente inalcanzable, dos interpretaciones brillantes solventadas por un brillante pulso y sorprendente debut de Damien Chazelle que puede ser el futuro de Hollywood si mantiene el nivel en sus próximos proyectos. Una cinta trepidante, maravillosa, emocionante, dura y a la vez justa por momentos.
Críticas de los usuarios