Un traspiés

Siendo consciente de que las películas de los mutantes son en términos generales peores que las de Marvel, tengo cierta debilidad por los X-Men y me gustan más. No me cuesta reconocerlo. En conjunto, Fox tiene en su haber una retahíla enorme de personajes a explotar, muchos de ellos con potencial y reconocimiento enorme. Si bien con las dos últimas cintas de la franquicia mutante, tras ese necesario ¿reboot?, parecía que Singer estaba encauzando el camino en la buena dirección. Con X-Men Apocalipsis acudimos a un nuevo tropiezo.

Antes de la línea de créditos iniciales tenemos la mejor escena de la película, y una de las mejores que han visto los mutantes en la gran pantalla. Sin embargo, una vez la película comienza a fluir todo se enrarece. Es francamente difícil seguir la película si no tienes muy fresco el punto donde se quedó tras 'Días del Futuro Pasado', conviene un revisionado de la anterior antes de internarse en la nueva. Más allá de este requisito casi obligatorio, hay demasiado personajes tanto del lado de los héroes como del de los villanos. Acudimos a un salto constante y excesivo entre personajes y tramas, lo que todavía complica más la película.

Como acierto la incorporación de rostros juveniles para algunos conocidos mutantes, como Tye Sheridan para el papel de Cíclope o Sophie Turner para Jean Grey. Quicksilver (Evan Peters), por su parte, sigue brillando, y Jennifer Lawrence se nota que está harta y hastiada de ser Mística. Todo tiene un ciclo. ¿Momento de hacer borrón y cuenta nueva? Para nada, esta entrega tiene más de traspiés que de desastre. Esperando con ganas la próxima.