Menos lobos...

Pues eso, que la fiera es menos feroz de lo que pensábamos y, a la postre, se han cargado una oportunidad de oro de hacerle justicia a un personaje tan querido como seguido del universo de lo aquí conocido como Patrulla X. Fallida, porque creen que los espectadores somos estúpidos, y aunque la taquilla no le ha ido mal del todo, eso no quita que Lobezno sea un quiero y no puedo.

El film se limita a mostrar tan solo la vertiente pirotécnica (y no me vengan con profundidad de personajes o madurez y bla,bla,bla; que no la hay). Los efectos, todo y que no están mal, no pasan de mero resultones, con alguna secuencia que me hizo sonrojar, por infantil y mal trabajada. Destacan algunos momentos, pero poquitos, y las ganas de su protagonista de enfundarse las garras de adamantium de nuevo, pero paren ustedes de contar. Producto palomitero sin trascendencia, para mayor gloria de su protagonista, predecible y curiosamente olvidable al pasar los días (lo contrario de lo que me pasó con X-Men 2).

Una lástima, dado el material que manejaban. Muy torpes me han parecido los responsables del film, muy torpes. El personaje tiene otra profundidad, miedos, soledades, lagunas, conflictos ético-morales, rabia, odio, impotencia, etc. que no he visto asomar por ningún lado. Aunque el bueno de Jackman le pone ganas -que no oficio- tan sólo se limita a fruncir el ceño; y que sus venas queden bien marcadas.

Aparecen personajes que nunca más se supo de ellos, caso de Gambito (apreciado mutante en nuestro país), que no están en las versiones de Bryan Singer (no olviden que es posterior a lo que acontece en éste film)

Si van a ir por aquí los tiros de las futuras "precuelas" del universo X-Men y de seguro un Lobezno 2, mal vamos dando gato por liebre señores. Deberían observar el motivo del éxito de los primeros títulos allá por principios de siglo, cuando nadie apostaba por la viabilidad de traspasar las páginas estáticas de un comic lleno de personajes en mallas de colores, a unos de carne y hueso en trajes de cuero. Podrían fijarse también en lo hábil de Nolan, llevando a Batman a cotas de realidad nunca vistas, sin insultar la inteligencia del espectador. Lo dicho, mucho trabajo por delante, o no...