El festival de la vergüenza ajena

La premisa de 'XOXO' (podéis reíros del título, yo lo hago) es original: historias cruzadas que tienen lugar en un festival de música al que diferentes jóvenes (y no tan jóvenes) acuden para ver pinchar al DJ del momento.

El problema viene dado cuando te das cuenta de que el pinchadiscos en cuestión es una especie de copia barata de David Guetta, estrella de la música de baile comercial que a más de uno (entre los que me incluyo) le puede provocar urticaria. Porque las cosas son así: los festivales de música ya no son lo que eran desde que la escena pop los ha invadido, y 'XOXO' plantea su festival desde esa vertiente, la de una basura auditiva más cercana a los éxitos de Los 40 Principales que a la verdadera esencia de la música techno.

Las protagonistas se visten como si fuesen extras de un videoclip de Iggy Azalea, toman drogas pero fuera de plano por aquello de la corrección política, quedan con chicos que conocen por redes sociales y tenemos también a un joven protagonista cuyo sueño es ser DJ y a quien un don nadie que trabaja de camarero le ha conseguido a última hora un hueco en la parrilla del festival.

Todo tan poco creíble y pomposo que hará que te quieras arrancar los ojos. Aunque si eres de los que casan con el concepto de festival vendido por Tomorrowland, esta es tu película.