
Qué alegrón o, cómo sorprenderse por motivos no tan obvios
Con spoilers
Por fin una peli que decían que era buena y, resultó serlo al menos para mi. No se basa mi puntuación en lo mucho que pudiera sorprenderme o gustarme su argumento y su resolución, ya que siendo aficionada a esto de los crímenes en serie (ya, ya sé que debería hacérmelo ver...) conocía de sobra que no podía acabar de otra manera salvo que se lo inventaran y, entonces ya no podía ser esta peli... o al menos no llamarse así.
Me ha encantado, además de las interpretaciones en bloque, la dirección y la puesta en escena, el guión, el original tratamiento que da a un tema que por cualquier otro hubiera sido facilísimo dejar en el asunto de las muertes y escenas pseudo gore o muy impactantes para no complicarse la vida. Así se aseguraba cierto tipo de audiencia y, de paso, podía atraer la simple curiosidad. Sin embargo, se centra en los personajes supuestamente secundarios, no en el serial killer por motivos obvios, pero haciendo una auténtica y fantástica composición psicológica de personas reales, salpicada de imágenes oscuras bien rodadas acerca de los hechos que les afectaban y, tanto. He de decir que hasta Robert que no es santo de mi devoción (quizás por cierta antipatía irracional e infundada porque no le conozco, je,je,...) me gusta como construye a este peculiar periodista.
Muy buena y, sobre todo, sorprendente para los tiempos actuales en cuanto a pelis de asesinos con final facilón o resultón al uso.
No comete el error de plantear teorías absurdas intentando complacer a quien desearía que se diera un "resultado" concreto al asunto, un nombre o un dato constatado, porque se habría cargado todo y, en eso, pese a quien opina que esa es la pega, reside a mi juicio el gran acierto. Deriva o centra nuestra atención en las personas que se implicaron y llegaron a obsesionarse por querer saber quien era ese tipo por distintos motivos. Un original punto de vista, aún más pudiendo haber elegido la vida de cualquier otro asesino sí capturado de los tantos que pululan o, han pululado por ahí. Para ese tipo de finales ya tenemos CSI donde parece que ni un sólo asesino queda sin ser descubierto. Para hacer algo así le habría bastado con cambiar el nombre a la película y haber hecho una donde un asesino que copiara a Zodiac fuera descubierto por el espectador o, por la policía o, por ambos eligiendo entonces el final que más le gustara: a saber, A) se sabe quién es él y se le coge para regocijo del que cree que no existen los crímenes perfectos (falso de toda falsedad: vésae el caso de Ana y los 7, unos de los crímenes más detestables que se han cometido últimamente) o, B) el otro típico de que se sabe quién es, pero se escapa, queda libre por fallo judicial, etc... Vamos, los finales al uso.
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