El bizarro retrato de los límites humanos

No ha habido y no sé si habrá ( pero me cuesta creerlo) que pueda existir un personaje tan bien hecho como es Walter Bishop, (y tan increíblemente interpretados por John Noble) con sus episodios de inocente hombre senil que no se acuerda de ponerse ropa interior en casa y con sus momentos de insensible científico capaz de testear en cerebros humanos lo que nunca nadie podría imaginar.

Si no llego a ponerle más nota a esta exótica propuesta de ciencia ficción es porque que soy del grupo que se sintió totalmente decepcionada con la última temporada y por tanto del final.

Pero a través de las cuatro temporadas anteriores, cada capítulo es un viaje a un lugar donde no podrías llegar de otra forma y que no está tan lejos. Que desearías tener un Walter Bishop en tu vida, que anhelarías poder contar con un apoyo como Astrid, un coraje como el de Olivia y ser tan elocuaz como la mente brillante de Peter.

Doy gracias a JJAbrams por haber dibujado una posible fórmula mágica para viajar bizarramente por nuestra psique y a mundos totalmente opuestos, sin necesidad de colocarnos como el bueno de Walter Bishop.